sábado, 1 de octubre de 2011

Que pasa luego de una contienda electoral

Abraham Sopla

México D.F., 01 de octubre 2011


Puede que no sea tan oportuno escribir esto, o quizá sí, lo hago en vista de la crisis que atravieza la Universidad.


En el Perú, luego de una contienda «aveces aparentemente democrática», los perdedores ahora los gobernados estamos hastiando y tramando para que los que están arriba en el gobierno hagan mal su gestión. Para suerte de los gobernados estos la hacen mal. Los que están en el gobierno defendiéndose de los que están abajo y oprimiéndoles para que no incomoden en la gestión, como si seríamos de diferente comunidad, institución, empresa o familia. Es utópico pensar que los perdedores aplaudirán a los vencedores luego de una contienda política, como por ejemplo se hacen en los encuentros deportivos de gente abierta. Debido a que la competencia de llegar al poder, es, porque quien puede robar más y no porque quien hará más y un mejor gobierno. En ese sentido los que pierden saben que en vez de ellos alguien está robando. Muchas veces juzgamos de acuerdo a nuestra condición.


Luego de un tiempo el otro sube, ahora los que van abajo nuevamente repiten el ciclo, mientras esto sucede el capitalismo avanza, y la burguesía anda feliz, porque ese es su objetivo divide y vencerás, muchas veces ellos no se encargan de dividir porque no hace falta, somos tan buenos que solos nos dividimos, nos envidiamos, nos jodemos, producto de nuestro débil desarrollo educativo y cultural. En Norte América y Europa, luego de una contienda todos miran hacia afuera, piensan en ser potencia, aspiran a ser grandes educativa, tecnológica y económicamente, tienen orgullo de sus país, a pesar de que no están de acuerdo con quienes los gobiernan. Mientras nosotros miramos hacia dentro.


También estamos esperando o poniendo una trampa para que alguien robe (a lo que conocemos como pisar el palito) para después decirle eres ladrón, te robaste, y destrozarlo. No hacemos nada para prevenir, no hay confianza de la autoridad como para decir fiscalícenme. El gobernado no tiene confianza en el que lo gobierna y tampoco es al revés y ahí tiene sus consecuencias la desconfianza dando como resultado, el retroceso, reinicio de actividades, grandes pérdidas de dinero en obras que se quedan en el camino a medio hacer.


Carambas, esto no es ajeno a lo que pasa en la Universidad y el Gobierno regional de Amazonas, en el gobierno Peruano, quizá en todos los países subdesarrollados. Los que la dirigen no inspiran confianza en la ciudadanía y estos tampoco la dan, es decir prefieren no ser transparentes,es decir los que gobiernan mandan muchos saludos a la ley Nro. 27806 Ley de transparencia.


Por esto propongo los políticos y autoridades que debemos buscar, en ese orden y que pueden generar confianza en la población:

1. Que no roben, que además de ejecutar el presupuesto, gestionen nuevos presupuestos.

2. Segundo que no roben, que se dediquen a cumplir las normas y ejecutar todo lo que le presupuesta el gobierno central.

3. Que no roben y hagan lo que humanamente pueden, es decir ejecuten parte del presupuesto que le asigna el gobierno central.

Que no roben porque disminuyen el autoestima de la población, la hace sentir culpable, la acobardan, la insultan, mata sus sueños y esperanzas.


En consecuencia después de un proceso electoral, los perdedores no aceptan el haber perdido, hasta aveces absurdamente creen no haber perdido, incomodan y hasta pueden hacer que el que está en el gobierno fracase lo que es mas peligroso. Los que gobiernan no inspiran confianza y tampoco la dan. Los afectados después de todo, estudiantes, población, niños, enfermos, ancianos, etc., osea, los más débiles. Y en este caso específico nuestra Universidad. Adonde estás llegando los perdedores de la última contienda electoral en la Universidad: sembraron vientos y ahora pues cosecharán tempestades, yo recuerdo muy bien haberlos visto al 90% de ellos en la comisión Borja Alcalde, muchos de estos se opusieron a la institucionalización de nuestra Universidad y no creyeron que si podíamos lograr nuestra autonomía. Una nueva comisión interventora, esperamos que así no o sea, implica mas corrupción, un ambiente en donde poco se puede opinar, tampoco se sabe cuando terminará por que a los que la conforman les conviene que dure el proceso.


Abraham Sopla


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